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miércoles, 11 de abril de 2012

La revolución tecnológica en el Sistema Educativo




Semana #41. 11, Abril, 2012

Autora: María Diez*


Nos encontramos en un siglo XXI que apunta hacia la innovación y la
tecnología. Nuestros hogares y centros de recreación se han
transformado en espacios interactivos gracias a los nuevos gadgets que
han surgido. La globalización se plasma en cada esquina y, sin embargo,
¿qué ocurre con nuestro sistema educativo? ¿Por qué parece quedarse
al margen de los cambios que tiene lugar?
A nivel mundial, y en concreto, Estados Unidos, se ha invertido capital y
recursos humanos para innovar los sistemas. El uso de Nintendo DS,
celulares y computadoras, la creación plataformas en línea con millones
de recursos para todos los actores del proceso educativo y las
capacitaciones docentes a través de Internet son algunos ejemplos de lo
anterior.
Sin embargo, un avance revolucionador ha consistido en la digitalización
de los libros de texto gracias a Apple, quien ha creado una aplicación
denominada IBooks Author que permite a los publicistas, profesores y
escritores producir libros de texto interactivos con videos, audios y
gráficas en 3D, y a los estudiantes adquirirlos por bajos costos, esto
último claro está, que antes se debe tener el IPad.
Pensando en una inversión inicial fuerte con beneficios a largo plazo en
el ahorro de sumas importantes en libros de texto, el IPad se convierte
en una opción “viable”, que se ve beneficiada porque potencia el
aprendizaje.
Los libros de texto interactivos están diseñados para los alumnos del
siglo XXI, cuya velocidad de procesamiento es mayor al igual que su
necesidad de recibir estímulos constantes del medio. En suma, permiten
que los alumnos se equivoquen y exploten su creatividad, dos
cualidades vetadas en nuestro sistema tradicional que inhiben la
innovación.
Por otro lado, se adaptan fácilmente a las necesidades de cada
estudiante, lo cual es complicado con los libros de texto tradicionales, y
también permite que cada alumno aprenda a su propio ritmo, motivando
el proceso y pudiendo realizarlo desde cualquier lugar y no sólo en el
aula, ya que son dispositivos móviles.
De esta forma, gracias a una educación personalizada, los estudiantes
se encuentran más propensos a no sólo aprobar los cursos sino a una
mayor comprensión de los contenidos y al desarrollo de competencias
mediante aprendizajes significativos y a largo plazo.
En nuestro contexto, han habido pocos avances al respecto.
Enciclomedia, por poner ejemplo, fue un intento fallido de incursionar
las tecnologías en el aula, y ello se debió principalmente a la falta de
capacitación docente en el uso de las mismas y, por otro lado, al
tratarse de una política de gobierno sin continuidad sexenal.
Llevar las IPads y los libros de textos digitales a las aulas mexicanas
pareciera ser una utopía. No obstante, hay que considerar los beneficios
a largo plazo y la repercusión positiva que traería consigo en la
educación de nuestros niños y jóvenes.
Es preciso invertir en el futuro y acercar las tecnologías a los educandos
para insertarnos en el nuevo siglo. Se requieren que nuestros
estudiantes desarrollen competencias propias del siglo XXI, para que
sean competitivos a nivel global.
Debemos de dejar de concebir a nuestro país como una nación
marginada. Si Uruguay pudo dotar a cada niño con una computadora,
¿por qué México no podrá aspirar a dar a cada educando y educador un
IPad, y capacitarlos para su uso?
El problema no es el dinero. México es uno de los países que más
invierte en educación destinándole el 4.8% de su PIB, según la OCDE.
Otros países con mejores resultados en la prueba internacional PISA
como es el caso de Japón, destina únicamente el 3.4%.
No obstante, es evidente que los gastos educativos están mal
distribuidos en nuestro país, al destinar la mayor parte a egresos
nominales. Por lo tanto, es necesario reestructurar las prioridades
educativas con la finalidad de insertar nuestro sistema educativo al siglo
XXI. Sino se promueve la innovación y el uso de las tecnologías en la
educación, no estaremos preparados para insertarnos en el mundo
competitivo y globalizado que hoy en día tiene lugar.
Fuentes de consulta:
Ministerio de educación (2010) Panorama de la educación: indicadores
de la OCDE 2010. Madrid. El autor.
Oppenheimer Andrés (2010) ¡Basta de historias! México. Debate.
The economist (2012) Difference engine: let the games begin. Estados
Unidos. El autor. URL:
http://www.economist.com/blogs/babbage/2012/01/future-teaching [9
de febrero de 2012]


*Información del autora

María Diez estudiante de octavo semestre de la Licenciatura en Pedagogía por la Universidad Panamericana.