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lunes, 13 de junio de 2011

Risaterapia





Semana #29. 13, junio, 2011
Autor: Francisco Pomposo*




Decidí estudiar Pedagogía porque es una profesión que exige una verdadera vocación de servicio, de interés por ayudar a los demás, y en lo personal me llena de mucha satisfacción saber que puedo generar un cambio positivo en las personas. Además, estoy convencido de que con una buena gestión de la educación pueden resolverse problemas de todo tipo, tanto aspectos sencillos y particulares como la falta de conocimiento, o las faltas de respeto, hasta aspectos más generales que involucran la relación de diversas instituciones nacionales e incluso internacionales.




Actualmente, además de estudiar la Licenciatura, y trabajar como becario en la Universidad, formo parte de Risaterapia A.C., una asociación que promueve el voluntariado en hospitales, asilos, casas hogar y comunidades indígenas utilizando la esencia del payaso o clown. Después de cursar un taller donde se explican los aspectos generales del modelo de intervención de la asociación, los voluntarios nos convertimos en “Médicos de la risa”, peculiares personajes uniformados con una bata blanca y una nariz roja dispuestos a combatir y curar las rachas de mal humor dentro de hospitales, asilos y demás.




Durante mi capacitación en los talleres de Risaterapia me sorprendió la cantidad de contenido pedagógico que sustenta el tipo de intervención que se realiza y la metodología con la que se imparten los cursos. Por un lado, aprendemos a realizar diversos juegos a la medida, con base en las necesidades de los pacientes, y en las características principales de su desarrollo. Por otro, el taller se imparte con una metodología totalmente lúdica, donde la famosa frase “aprender jugando” se hace realidad.




Por lo pronto, además de estudiar para los exámenes, hacer tareas y preparar trabajos, me escapo de la rutina del universitario para visitar hospitales y asilos los fines de semana. Cada vez que hago visita me doy cuenta de que al final, no importa si somos universitarios o empresarios, pacientes o doctores o enfermeras, adultos o niños; hay características y situaciones comunes a todos nosotros, de las cuales todos podemos aprender y todos podemos compartir. Así cada vez descubro que en verdad podemos influir y generar un cambio personal y social.



En un futuro, me gustaría dedicarme a la Pedagogía hospitalaria, y consolidar dentro de los hospitales un departamento de atención pedagógica para pacientes, familiares y médicos; de tal forma que las diversas situaciones de enfermedad a las que se enfrentan, puedan convertirse en oportunidades de aprendizaje permitiéndoles crecer y madurar dentro de sus posibilidades.
Es cierto, soy idealista, alegre y me gusta mucho estar en contacto con la gente, pero también estoy muy consciente de mi responsabilidad como futuro “profesional de la educación”, y estoy dispuesto y convencido de que mi trabajo puede contribuir a generar un cambio positivo en mí y en mi entorno.




*Información del autor:
Francisco Pomposo
Estudiante de 7mo semestre de la Licenciatura en Pedagogía por la Universidad Panamericana