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lunes, 3 de junio de 2013

El factor humano


Semana #58. 3. junio, 2013

Podemos vernos involucrados en cualquier tipo de empresa y en todas las áreas nos vamos a encontrar con otras personas, sin importar la naturaleza de nuestra profesión. Teniendo esto en mente, PedagogíaUP ofrece en su plan curricular materias que creen conciencia en los alumnos sobre cuál debe ser nuestra participación dentro de cualquier tipo de organización. Un ejemplo es la clase de Factor Humano, impartida por la Lic. Regina Barbero Garralda.

En ella se les pidió a los alumnos realizar un proyecto que ayude a la inclusión de personas con discapacidad en algún ámbito laboral y se lograron obtener excelentes resultados.

Las alumnas Fernanda Carlos, Mariana Delgado, Roberta Madrazo y Andrea Rohde plantearon la posibilidad de incluir a personas con Síndrome de Down en las librerías Gandhi en el puesto de auxiliar de piso. Es un puesto que requiere de mucha paciencia pues son tareas en extremo repetitivas por lo que el puesto puede adaptarse perfectamente a personas con esta discapacidad pues cuentan con las características adecuadas que personas sin esta discapacidad no tenemos y no podemos realizar con la paciencia que ellos pueden.

Las alumnas Karla Arizmendi, Silvana De León, Regina Gómez y Verónica Morán desarrollaron su proyecto basándose en personas con autismo para que puedan laborar en restaurantes de comida rápida. Al igual que las personas con Síndrome de Down, los autistas tienen la capacidad de realizar tareas en extremo repetitivas como empaquetar comida. La ventaja que mencionan es que los autistas tienden a ser perfeccionistas y llevan a cabo su trabajo con dedicación.

Las alumnas Rennée Valeria López, Pamela Patoni, Gizeh Muñiz, Daniela Islas y Pilar Trani nos proponen una opción para personas ciegas. Las personas sin este sentido tan esencial pueden desarrollar las mismas habilidades que las personas videntes cuando su proceso de aprendizaje es el adecuado. Ellas sugieren hacer una inclusión al medio del teatro.

“Cuando la sociedad se plantea en que puede trabajar una persona con discapacidad se interroga acerca de su capacidad de integrar a grupos con desventajas (en el caso que nos ocupa, físicas) pero también ubica el problema en el otro, este “otro desigual” que rompe las estructuras hechas para una masa homologable, homogeneizada. La pregunta en cuestión tiene dos facetas: por un lado implica una apertura, en el sentido de que al menos intenta una aproximación al tema; pero también deja vislumbrar un matiz de fuerte duda acerca de si realmente una persona ciega puede trabajar.”

El verdadero problema de este tipo de inclusión no radica en la posibilidad de estas personas para realizar las tareas o trabajos encomendados, sino en que las personas del mismo medio que no tengan una discapacidad sean capaces de SENSIBILIZARSE para lograr un ambiente de trabajo prospero y favorable.