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miércoles, 27 de enero de 2010

La educación intergeneracional, un ámbito para la acción pedagógica.





Semana #2. 27, enero, 2010.


Mtra. María Teresa Carreras*
(imagen: gettyimages.com)



“La educación intergeneracional rinde homenaje a la sabiduría que significa madurez de pensamiento, sentimiento, conducta, mirada… y recuerda que la vida activa (física, mental, y psicológica) no puede tener fronteras”.
”Jesús García Mínguez








Actualmente el promedio de vida humana se ha ampliado y nos encontramos con una población adulta y anciana que va en aumento, es necesario trabajar propuestas sociales y educativas para ofrecer a los adultos mayores, no sólo una vida más larga, esto ya se está logrando gracias a los avances en las ciencias de la salud, sino también, una vida más digna, con calidad y plenitud.




Trabajar por la inclusión social de las personas mayores y aprovechar la experiencia y sabiduría que han ido acumulando con el tiempo, es una necesidad impostergable, en muchos países no sólo se han desarrollado programas de educación de adultos mayores sino que se ha ido más allá, se promueve la educación y convivencia entre generaciones.
La educación intergeneracional, en la familia y en la comunidad, ofrece a los ancianos, adultos, adolescentes y niños la oportunidad de crecimiento afectivo, social y cognitivo mediante el intercambio de valores y experiencias.




Los programas de desarrollo intergeneracional se dan en el marco de la educación no formal, promueven el diálogo, la cooperación y el intercambio de conocimientos, valores y habilidades entre personas de diferentes generaciones, con el fin de beneficiar a las personas participantes en estos programas y mejorar las condiciones sociales de su contexto inmediato.
Con estos programas de educación intergeneracional se logran beneficios para todos:
A los mayores. Les da la posibilidad de transmitir valores, tradiciones, lenguaje, a las nuevas generaciones con quienes podrán desarrollar amistad y aprender de ellos, de sus experiencias y visión del mundo, esto les ayuda a mejora el sentido del humor y la capacidad para hacer frente a los problemas físicos y mentales, con esto Incrementan el sentido de valía personal.




A los jóvenes les da la oportunidad de tener una percepción más positiva de las últimas etapas de la vida, aprender de la experiencia, intercambiar conocimientos, acercarse a realidades de la vida como el deterioro y la muerte, aprender de sus orígenes, su historia y la historia de otros, así como desarrollar sentimientos de empatía y solidaridad. ■






* Información sobre la autora:



Mtra. María Teresa Carreras. Licenciada en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. México.
Maestra en Educación Familiar por el IPCE. Universidad Panamericana. México. Doctoranda en Educación por la Universidad de Navarra en España

martes, 19 de enero de 2010

El diseño didáctico y el aprendizaje



Semana # 1. 18, enero, 2010.

Mtra. Margarita Espinosa Jiménez*
(imagen: gettyimges.com)


Desde hace unos años la evaluación de los procesos que se llevan a cabo dentro de las instituciones educativas, han presentado un panorama desolador en los resultados obtenidos, tanto a nivel nacional, como internacional. Ante esto podemos preguntarnos: ¿por qué?; ¿no se ha priorizado el aprendizaje en las aulas en todos los niveles?, ¿no se han hecho reformas educativas a planes y programas, así como a libros de texto, entre otros?... entonces ¿qué sucede?

Se ha dejado de lado uno de los elementos que integran el binomio para el aprender, el enseñar, que es contexto de estudio de la didáctica; es cierto que el éxito de la educación académica no está supeditado a la enseñanza, pero no puede comprenderse al aprender, sin que exista un ámbito en donde la enseñanza promueva interacciones dinámicas en el hacer.

Para propiciar el aprendizaje se requiere de una competencia docente que posibilite la capacidad de acercamiento de la persona al objeto de aprendizaje, ofreciendo en ello una gama de alternativas educativas en relación con las alternativas que la sociedad y la persona de hoy demandan, por ello, una de las funciones del pedagogo de hoy es generar el diseño de disciplinas académicas proyectuales en las instituciones educativas que permita a los docentes presentar en el aula una enseñanza que conlleve a la generación de aprendizajes con significado, es decir, aprehendizajes.

En lo cotidiano las personas consideran que enseñar es una actividad fácil y que consiste en alguien exponiendo y otros atendiendo, por lo que se piensa que esto es la buena enseñanza, pero la realidad es que la cuestión no es tan simple; una enseñanza adecuada es la que aporta un contexto en donde los estudiantes vivan experiencias que les permitan desarrollar aprendizajes y su potencial.

La enseñanza implica conocer una variedad de modelos que conlleven a utilizar estrategias para desarrollar aprendizajes que posibilitan el conformar conocimientos, habilidades y actitudes; el profesorado debiera considerar su papel dentro del aula el desarrollo de un repertorio de estrategias fruto de una reflexión didáctica, pues las acciones cotidianas del aula, tienen su referente en el proceso de enseñar.

Es imperativo que los procesos de enseñanza académica retomen tanto al aprendizaje del estudiante, como a la profesionalidad de la misma acción didáctica.

Sugiero para ampliar este tema los libros:

- Mazzeo, C. y A. Ma. Romano. (2007). La enseñanza de las disciplinas proyectuales. Hacia la construcción de una didáctica para la enseñanza superior. Argentina: Nobuco.

- Astolfi, J. (2001). Conceptos clave en la didáctica de las disciplinas. Argentina: Diada editora. ■



*Información sobre la autora:

Mtra. Margarita Espinosa Jiménez. Licenciada en la atención de personas con trastornos de audición y lenguaje a nivel clínico por el ISDEE. México.Maestra en Enseñanza superior por la Universidad La Salle. México.